Como ya falta muy pero muy poquito para tu llegada, la mamá lavó tu ropita mientras papá preparaba el almuerzo. Nos sentamos a almorzar rico mientras mirábamos de vez en cuando la tendedera llenita de ropa pequeñisima de bebé. Se veia asi de lindo!
De todas las tareas domésticas que he tenido que hacer en la vida, ninguna me dió tanto placer como ésta...será que estoy poniéndome vieja o será que tú lo has cambiado todo?
lunes, 18 de febrero de 2008
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